viernes, 13 de abril de 2007

Historias Reales del Barrio : La hija del coronel

Hace unos meses, me contaba Julito, el barbero, lo que le sucedió a su primo, mientras se desplazaba en su carro (honda civil año 2000) por la calle principal de un sector cercano al aeropuerto de las Américas.

Una patrulla lo detuvo, sin existir ningún tipo de denuncia de que el vehiculo había sido robado, y sin autorización de un juez,(algo totalmente ilegal, prohibido por la constitución, pero una practica muy común por las autoridades dominicanas), le pidieron los papeles del vehiculo, el no los tenia, ya que fue a pagar la factura telefónica, y por la propia inseguridad que vivimos, entendió que no era seguro que tuviera los papeles dentro, ya que en el momento de efectuar el pago tenia que dejar el vehiculo estacionado.

Los policías no se identificaron, lo desmontaron del vehiculo, lo revisaron como si se tratase de un vil delincuente, y aunque le explico que vivía a pocas esquinas de ahí, no quisieron ir con el a buscar los papeles, se subió uno de los policías con el y el otro los siguió en la patrulla hasta plan piloto, una vez realizadas las supuestas investigaciones de lugar, se determino que el vehiculo no había sido reportado como robado y que pertenecía a el.

Aun así, y lo mas hermoso de la historia, es que no pudo llevarse su vehiculo, porque había que esperar al coronel. Se tuvo que ir en transporte publico a su casa y ese mismo cuento le hacían cada vez que iba a buscar su vehiculo, en esa situación estuvo un mes, y el carro ya no se encontraba en el parqueo de la institución. Una vez se canso de insistir por las buenas, llamo a dos clientes (ya que tiene una pequeña empresa, donde se dedica al diseño grafico), al primero que contacto ostentaba el rango de coronel en la policía nacional y el otro abogado.

Se dirigieron a plan piloto, cuando el coronel (que pertenece a la escolta del actual presidente) se identifico, le llamaron al supuesto encargado que también tenia ese mismo rango, y después de dimes y diretes, amenazas, y todo lo que usted se pueda imaginar, apareció el carro, como por arte de magia y fue entregado a su propietario.

Tiempo después se dieron cuenta que el carro había sido asignado a la hija del coronel y por tales motivos no le querían entregar el vehiculo.

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