Mas vale pajaro en mano. . . .

Hace unos años laboraba en un centro educativo, me contrataron como docente, que fue el acuerdo, pero como en la mayoría de los trabajos en la República Dominicana, te prometen una cosa y aparece otra, el fin es que aparte de profesor, era también soporte técnico, mensajero de la directora, asistente de la profesora de 3ero de básica (que por cierto estaba muy buena), y de vez en cuando también le sacaba conversaciones a la profesora de ingles (por convicción propia), ya que, algo de beneficio tenia que sacar.

El colegio tiene mucho renombre en el país, dado que hace unos largos, pero muy largos años Juan Luís Guerra fue estudiante. Los ingresos que recibía la entidad, rondaban algo mas del millón de pesos mensual, todavía no entiendo, porque cobraban RD$3, 600 a cada estudiante, lo mas sorprendente de todo es que la nomina de mas de 15 empleados no llegaba a los 100, 000 pesos.

Un día, cansado de hacer tantas cosas, me pongo a buscar trabajo en un periódico, encontré una oferta en un colegio católico, al otro día, lleve mi currículum vitae, me entrevistaron al mismo tiempo, y al final me dijo que quedo muy complacido con mi visita, que ya estaba contratado, que íbamos a iniciar a los dos meses, ya que tenían que liquidar los profesores que no estaban muy preparados, etc.

Me fui muy contento, mis ingresos se iban a duplicar, el ambiente laboral y las facilidades eran superiores, aparte de la nueva experiencia que iba a recibir. Eso ocurrió a finales de mayo y en el mes próximo no iba a tener trabajo, ya que las clases se acababan y no me iban a pagar vacaciones (algo totalmente ilegal, ya que tenia tres meses laborando), el fin es que presente mi renuncia, dada la oferta, la seguridad que me habían dado, y un poco de emoción, porque no.

Pasaron semanas y semanas, y nunca recibí la llamada, para la firma del nuevo contrato, entonces procedí a llamar al centro educativo, le comunique a la secretaria todo lo que me había comentado el coordinador académico, me dijo que lo iba a contactar y que la llamara dentro de 5 minutos, luego de ese tiempo la llame y me comunico que el señor no me recordaba.

Entendiendo, que tal vez no fue la misma secretaria que estaba presente el día de la entrevista, volví a llamar, en efecto así era, el coordinador me cito en su oficina, para las 3 :00 pm, salí a las 1:00 pm, de la casa, para evitar cualquier tipo de inconveniente, con el maldito sistema de transporte que tenemos en el país, cuando llegaba al final de la ruta, tenia que caminar, cinco esquinas, bastantes largas por cierto, empezó a llover, gracias a Dios, paso un taxi y me llevo hasta el colegio, eran las 2:15 p.m. "El señor no esta en su oficina" me respondió la secretaria, ahí tuve que esperarlo hasta las 5:00 pm que fue cuando apareció, pase a su oficina y ahí me comunico que YA NO ME IBAN A NECESITAR, un poco menos de 30 segundos duro mi entrevista.

Al salir de ahí, mis sentimientos contrastaban totalmente con los de mi primera visita, dado que ya había dejado mi antiguo trabajo, me sentía muy triste y desolado (momentos en los que te pones a caminar y sientes que todo el mundo te esta mirando) como si aquel viejo dicho de que "mas vale pájaro en mano, que cien volando", no fuera solo un refrán, sino toda una formula de resolución de problemas del diario vivir.