Esta tarde me llama una amiga, muy emocionada por algo que quería comentarme.
Me dice que a eso de las 2:00 p.m. se encontraba en una plaza de la avenida Romulo Betancourt, cuando de repente, entra una señora corriendo, llorando debido a que cuando se dirigía a salir de dicha plaza un delincuente la atraco y se llevo su vehículo.
Un señor al escuchar la versión de la señora, le pregunto por donde se había ido el individuo y el tipo de vehículo que era, la placa y como todos conocemos que a esa hora, no es fácil salir de la avenida, debido a la gran cantidad de tapones en la ciudad.
El fin es que el señor sin ser policía, saco su pistola, y salio corriendo en busca del asaltante, no habían pasado 20 minutos, cuando el señor estaba de vuelta en la asociación de prestamos devolviendo el vehículo a la Sra.
Actitudes como estas, merecen el reconocimiento de todos nosotros, pero por un lado se demuestra la debilidad institucional de nuestro pais, donde la mayoria recorremos a buscar nuestros propios metodos de supervivencia en esta selva en la que estamos convertidos, ya que nuestros gobernantes no han tenido la voluntad politica de combartir el indetenible auge de la delincuencia.
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