
- Pero venga acá, uté quería evadí a la autoridad era. Uté no tá viendo que e a un cabo que uté le tá juyendo.
El militar procede a seguirle su juego.
- Yo no me detuve porque no vi que estuviera cometiendo ninguna falta grave. Yo ando en orden.
- Yo no tengo que ve con esa vaina, déme lo papele del vehículo, la licencia, la cédula, déme hata la palmita.
- Mira muchacho yo voy rápido, me están esperando en Dajabón, yo te dije que estoy en orden y no he cometido ninguna falta. Yo solo soy un simple ciudadano que quiere llegar a una diligencia.
El amigo está sorprendido viendo la situación, pero no le dice nada al cabo.
- Señor, ya le dije que me de tó’ lo papele, si no lo tiene acompáñeme entonce al detacamento má cercano.
- Mira muchacho apuesto a que tú no sabes ni leer, pero mira mi carnet ahí para identificarme.
- No, que e eta vaina. Yo no entiendo eso, acompáñeme pal detacamento.
El general le dice al amigo:
- Ves que te lo dije que no iba a saber leer.
- Mira mi hijo, yo soy un general.
Esto le cayó como un balde de agua fría al cabo. Automáticamente se puso en atención y le hizo más de 5 saludos. Le pidió muchísimas disculpas, pero por lo visto no valían de nada.
- Tú sabes porque no te voy a perdonar, porque si yo hubiera sido un civil, tú agarras y me ultrajas aquí sin yo tener ninguna falta, ni andar violando la ley.
El general agarró su celular, hizo unas cuantas llamadas y en cuestión de 10 minutos llegaron 3 patrullas de la Policía Nacional. Desarmaron al policía y se lo llevaron preso. Pero es que un Policía es un perro con ropa, porque este señor le habló durante mucho rato amablemente, pero ellos creen que tienen a Dios agarrado por los granos.
2 comentarios:
jajajaj, oye eso a un cabo.jajaja
Los militares también se creen dueños del país
Publicar un comentario